01 diciembre 2011

La mamá del Vallenato es la Cumbia - Juan Carlos Coronel: Latin GRAMMY 2011


Juan Carlos Coronel ha sido considerado por la crítica una de las Voces Más Privilegiadas para interpretar Canciones de todos los géneros "Tesoros" es un homenaje al maestro José Barros que le ha valido El Grammy Latino en la categoría "Mejor Álbum de Cumbia / Vallenato 2011".
Acaba de lanzar en México, su Homenaje a José José, “De un Coronel a Un Príncipe” grabado con la orquesta sinfónica de Los Ángeles, y prepara gira con el Príncipe de la canción para enero de 2012. 
Comenzó como cantante profesional a los 12 años, con la orquesta Casanova a los 14 conformó el frente de Fruko y sus tesos al lado de Joe Arroyo y Saoko siendo el vocalista más joven en la historia de esta agrupación.
Juan Carlos Coronel se paseado, por diversos géneros musicales gracias a su prodigiosa voz Con 17 álbumes, consolida una carrera llena de éxitos Ocupó un honroso segundo lugar en el festival OTI, representando a Colombia En 2009 crea el “Folckcoronel".
Al contrario de lo que piensa la gente, Juan Carlos Coronel comenzó cantando baladas, su entorno era musical pues su madre, Merceditas Vargas era cantante profesional, corrían los años 70 y el joven muchacho era centro de atracción en reuniones familiares, el colegio y aquí comenzó una carrera que no para, que ha venido siempre en ascenso gracias a la disciplina y la seriedad que pone Coronel en cada cosa que hace.  
Recordado por muchos por el “Patacón pisao” tema que lo dio a conocer al lado del Nene y sus traviesos, este cantante cartagenero ha incursionado con éxito en géneros como la salsa, la música tropical, el bolero y la balada; sus comienzos fueron con Fruko y sus tesos a la edad de 14 años en donde alternó con Joe Arroyo (a quien reemplazaría en la agrupación), y Wilson Saoko, luego sería la voz líder de Afrosound y The Latin Brothers. En 1989 crea su propia orquesta. 
Desde muy temprano se preocupó por rescatar el folclor colombiano haciendo grandes homenajes a los compositores más importantes de la costa, en 1994 graba “Un maestro una voz” recogiendo la obra de Lucho Bermúdez, luego vendrían “Abrazando mi cultura”, otros trabajos dedicados a la Sonora Matancera, el bolero, hasta llegar a Tesoros, donde recoge parte del trabajo musical del maestro Alberto Barros, aquí con temas como La Piragua, El guere guere, El vaquero, Las Pilanderas, Momposina y Palmira Señorial entre otros armo un disco hecho con el alma, que le ha valido El Grammy Latino en la categoría Mejor Álbum de Cumbia / Vallenato 2011. 


Fuente:http://www.revistaquetal.com/


 CORONEL- TESOROS - INTERPRETA A BARROS. Listado de canciones: 
 1- La piragua 
 2- El guere, guere 
 3- El vaquero 
 4- a- Navidad negra b- El alegre pescador 
 5- Las pilanderas 
 6- La llorona loca 
 7- Violencia 
 8- Momposina 
 9- El gallo tuerto 
 10- a- El chupa flor b- La pava 
 11- En la orilla del mar 
 12- Estas delirando 
 13- Palmira señorial 

Contraseña de descarga: eccolovallenato.blogspot.com 
Link de descarga: mediafire.com 0lk5c36j4ncjnpc 
Advertencia: Esta música es de muestra solo para personas que están en zonas del planeta donde no se puede comprar el disco original. 
Compre música legal. Apoye a los artistas!


11 septiembre 2011

PUERTO SONAR

Una buena canción debe ser tan agradable y estimulante como una buena conversación. El mejor lugar para vivir esa experiencia es un puerto. Allì, diversas culturas, lenguas e historias se encuentran en un mismo punto mientras fluyen como el agua. De eso se trata Puerto Sonar; de un puerto en donde suenan historias.

Puerto Sonar es también una reunión de amigos que, cuando no están de gira o grabando con Carlos Vives, se reúnen por el simple placer de hacer música. Los integrantes de La Provincia, desde hace cinco años, aprovechan su tiempo libre para tocar los temas que los hicieron famosos, sus propias composiciones y otras canciones tradicionales de la Costa Atlántica colombiana. Antes se presentaban en eventos privados, corporativos o en fiestas populares. Ahora, Puerto Sonar quiere "ampliar su muelle" para recibir a más personas.

Puerto Sonar tiene ubicado su embarcadero en Bogotá, Colombia. El ambiente y los instrumentos de la ciudad son la base de su sonido. Pero también tienen una mezcla como la que hay en cualquier puerto. A su propuesta fresca y moderna se suman los aires del vallenato tradicional, el ritmo contagioso de la música de tambora, y las historias de los viejos juglares que viajaban de pueblo en pueblo cantando mensajes, anécdotas y declaraciones de amor.

Puerto Sonar ya hace presencia en varias emisoras y programas de televisión dentro y fuera de Colombia. Siempre están en búsqueda de nuevas aventuras, de esas que se recogen en los ríos y en los mares. Hoy, usted ha atracado en Puerto Sonar. Quédese con nosotros mientras nuestras canciones llenas de ritmo y melodía le cuentan historias fantásticas.




Video de muestra de la canción Brindo con el alma interpretada por Puerto Sonar



https://sites.google.com/site/puertosonar/home

29 julio 2011

El Joe Vallenato

Después de una penosa enfermedad, se nos fue para siempre uno de los más grandes cantautores que ha tenido la historias de la música colombiana, en todos los tiempos: Álvaro José Arroyo González, más conocido como “Joe”.
Les he escuchado a muchos que por su tren de vida se nos fue antes de tiempo y a otros, que fue utilizado por inescrupulosos que lo hacían trabajar aún encontrándose enfermo y eso aceleró su deceso; en fin, se tejen toda suerte de hipótesis para encontrar las causas por las que de manera prematura tenemos que conformarnos con su potente y melodiosa voz y con la alegría de sus canciones, porque “El Joe” pasó a mejor vida, pero vive en nuestros corazones.
Lo que muchos de los amantes de su música no saben, es que “El Centurión de la Noche”, otro de los remoquetes que recibió ese ícono de la cultura Caribe, fue apasionadamente admirador y “afiebrado” amante e intérprete de la música vallenata, hizo coros y cantó profesionalmente muchos de nuestros aires, pero, además, siempre que compartía tarima con nuestros artistas del Valle de Upar se le veía radiante, se sentía en familia, se sabía casi todos los éxitos de este folclor y le gustaba alternar y cantar con los nuestros a dúo.
Nos dice nuestro amigo Juan Carlos Rueda que “El Joe” cantó con acordeón desde que tenía 15 años, cuando el maestro Rubén Darío Salcedo lo integró a su conjunto, pero mucha gente no sabe que a mediados de 1978, cuando los Hermanos Zuleta estaban recibiendo el legado de los Hermanos López y se encontraban en la cúspide del éxito, se acostumbraba a tener coristas invitados; por esa época el Rey para los coros vallenatos era un gran amigo del “Joe”, Juan Piña, pero este se encontraba en Estados Unidos y a alguien del grupo se le ocurrió pensar en “El Joe”, a quien llamaron y llevaron a los Estudios de Ingesón de la calle 22 de Bogotá, donde el Ingeniero de sonido José Sánchez, hacía maravillas y allí “El Joe” hizo la primera voz de los paseos Río Badillo, Isabel Martínez y del merengue La Virgen del Carmen, temas que fueron indiscutiblemente éxitos por esa época, El LP se llamó Tierra de Cantores, pero al “Joe” no se le pudo dar crédito en la carátula del disco por Los Zuleta grababan para CBS y el tenía exclusividad con discos Fuentes. Hizo coros con Juan Carlos Coronel y Rafael Ricardo, en un trabajo titulado Sonora Vallenata, del Maestro Adolfo Pacheco y Víctor ¨El Nene¨ del Real.
En 1997, “El Joe” con el acordeón de Alfredo Gutiérrez cantó un tema titulado “Cambalache” en el que él compuso en pleno estudio parte de la canción, según cuenta el tres veces Rey Vallenato; luego en 1998 llamó al hoy Grammy Vallenato Emiliano Zuleta Díaz para que le acompañara en la interpretación de la canción ganadora del Festival de la Leyenda Vallenata versión 31, del compositor fallecido Luis Cujia en ritmo de merengue, titulada “Yo soy el Cantor”.
Pero sin duda, todos recordamos al “Joe” al lado del más grande de los nuestros, Diomedes Díaz cantando Ron pa` todo el Mundo, éxito nacional en el que arranca “El centurión de la Noche diciendo “bueno Cacique y te provoca un trago, men” y Diomedes le responde: “Claro Joe la demora me perjudica” y lo más reciente del Joe en grabaciones con vallenatos fue la canción “Ella y tu” al lado de “Pipe” Peláez.
En fin, Álvaro José, no solo fue salsero y tropical, sino un artista integral de aquellos que nacen pocos y se crían menos, pero que tuvo una empatía y compenetración con nuestra música vallenata, mayor de lo que muchos conocen.
Fueron muchas las ocasiones en que “El Joe” fue invitado de honor al Festival de la Leyenda Vallenata, y siempre salía ovacionado, en hombros y por la puerta grande, abrazado con nuestros artistas Vallenatos, por eso hoy cuando el pueblo colombiano y latinoamericano llora su partida y le rinde homenaje póstumo, nosotros los Vallenatos debemos decir: “Joe”, te sentimos como uno de los más grandes de los nuestros.

Por: Jorge Naim Ruíz



Muestra de la cancion ¨Yo soy el Cantor¨, interpretada por el Joe Arroyo y Emilianito Zuleta



28 julio 2011

Compositor vallenato Sergio Moya Molina exaltado en México

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En el Festival Vallenato de Monterrey (México), que se desarrollará a finales de septiembre e inicios de octubre, se homenajeará al compositor vallenato Sergio Moya Molina, ante el gran aporte que le ha dejado al vallenato y por ser un juglar que forjó sus bases y se hizo famoso a través de sus letras y melodías.

Ante la noticia, Moya expresó que “este es uno de los principales acontecimientos que me han sucedido en mi vida artística; me siento muy complacido y orgulloso”.

El Juglar del vallenato llevará a las tierras aztecas lo mejor de su repertorio; prevé mostrar aquellas obras musicales que lo catapultaron en la música del país y del mundo: ‘La celosa’, ‘Fortuna y desdicha’, ‘El contrabandista’, ‘Lejanía’, entre otras.

La exaltación que recibirá Moya Molina en el Festival llenó de inmenso regocijo a sus colegas y amigos.

Por su parte, el presidente de la festividad, Eliécer Jiménez Cárdenas, fue el encargado de oficializar la buena nueva, y aseguró que también se exaltará la labor de ‘Tico’ Mercado.



Muestra de la canción El contrabandista, canción de la autoría de Sergio Moya Molina interpretada por Carlos Vives y la Provincia.


Fuente: http://www.radioguatapuri.com/


06 junio 2011

Vida y obra de Leandro Díaz, reconocida con proyecto de Ley del Congreso de la República

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La obra del maestro Leandro Díaz “es Patrimonio Cultural de la Nación y su trabajo será publicado a través del Ministerio de Cultura en una recopilación de sus obras musicales, escritos sociales, culturales y políticos”. Así está plasmado en el proyecto de Ley 39 de 2009 –Senado y 306 Cámara 2010, que aprobó el Congreso de la República: “Por medio de la cual se rinde homenaje a la vida, y obra del maestro de música vallenata Leandro Díaz”
El maestro Leandro Díaz recibió con regocijo este reconocimiento del Congreso y dijo: “estoy muy complacido con esta distinción que dejará a las nuevas generaciones mi vida musical”.
Su hijo, Ivo Díaz, expresó “esta noticia ha llenado a Leandro de mucha emoción y alegría, porque uno de sus propósitos es que la gente conozca su obra; y también es importante esta Ley porque es un verdadero homenaje en vida a un juglar vallenato con más de 200 canciones y clásicos como Matilde Lina, La Diosa coronada; La Gordita y El Verano, entre otros”.
Este proyecto, que pasó a sanción presidencial, contempla dos monumentos de Leandro Díaz; uno en Bogotá y otro en Valledupar.
La ponencia del proyecto expresa: “Leandro Díaz, desde muy jóven acogió el canto vallenato como un dispositivo cómplice de su vida circunstancial, canturreando, vocalizando, componiendo y afinando versos colmados de anhelos que le permitieran sobrellevar el dolor y aminorar la tristeza que proporcionara su ceguera. Echando mano de la razón original para no claudicar ante su pena sombría y abrazando la inspiración recursiva e innata que estimuló su clarividencia, discernimiento y creatividad autóctona tratando de interactuar al mismo nivel con los juglares de entonces”.
“Los colombianos estamos rindiendo el homenaje que merece en compacto la gran obra folclórica del poeta ciego, Leandro Díaz, con el aporte de más de ciento veinte títulos, repertorio en el que sobresalen temas de la nombradía de “Matilde Lina”, interpretada por el Gran Combo de Puerto Rico y “Soy” tema protesta que paseó por el mundo al compás de la afamada Charanga América, obra que emerge en el ámbito tradicional compartido con consagrados Juglares de la Leyenda Vallenata entre quienes se destacan Rafael Escalona Martínez, Tobías Enrique Pumarejo, Luis Enrique Martínez, Francisco Irenio Bolaños Marshall, Lorenzo Morales y Emiliano Zuleta Baquero y el contenido literario de sus cantos ha motivado el reconocimiento de escritores de la talla de Juan Gossain Abdala, Álvaro Cepeda Samudio y Fernando Fiorillo. La grandeza de su obra es exaltada por el premio nobel Gabriel García Márquez al tomar uno de sus versos como el epígrafe de su obra: El Amor en los Tiempos del Cólera: ’En adelanto van estos lugares, ya tienen su Diosa Coronada’”.
El Ministerio de Comunicaciones, por sí mismo o través de sus entidades adscritas o vinculadas, elaborará un documental sobre la vida y obra del maestro Leandro Díaz, el cual deberá ser difundido por los canales públicos nacionales de televisión.



Fuente: http://www.elpilon.com.co

05 junio 2011

LEANDRO DÍAZ: EL REY DE 'LA DIOSA CORONADA'

A pesar de la ceguera y de una audición débil, el compositor de los versos de Matilde Lina, Leandro Díaz, aún tiene muy viva su memoria. La aparición de su verso en millones de ediciones de ‘Cien años de soledad’ lo inmortalizan como juglar.

“La luz y yo somos enemigos”, dice Leandro Díaz. La frase, poética y amarga, se expande por la sala de la casa en Valledupar, donde el legendario juglar vive aún con la aureola de los hombres que han tocado la buena fama. La expresión no aparece en sus canciones, ni siquiera en las inéditas, según afirma Ivo, su hijo, sino que surge en esta tarde que se desdibuja lentamente detrás de los cerros, más allá de montes y llanuras.


Leandro Díaz, el compositor del epígrafe de ‘El amor en los tiempos del cólera’

Su ceguera de siempre está acompañada ahora de una audición débil que lo obliga a exigir la cercanía de los interlocutores a pocos centímetros de su oreja izquierda. Ya no abre los ojos como en otros tiempos, cuando mostraba parte de sus pupilas muertas. Apenas hilillos de agua como lágrimas, que nacen de pestañas ocultas, demuestran que ahí están los sentimientos de toda una vida que el canto y la composición aproximaron a la leyenda.

Aquí está, sentado en una silla de mimbre, moviendo los dedos como si quisiera acompasar la cadencia de las palabras con el sonido leve sobre la madera. Entre frase y frase, revela su sentido del humor que en ocasiones festeja con una inmensa carcajada. “Sé que existe el sol porque me quema”, afirma.

Leandro, este hombre que nació el 20 de febrero de 1928, ya no posee la reciedumbre que lo hizo famoso en la región. A sus tanteos naturales en busca de los espacios libres se suman los estragos de los años y el efecto de enfermedades que aparecen sin avisar. Pero su memoria está intacta. Por eso recuerda el destino de La diosa coronada, canción que habría de universalizarlo a través de una obra literaria: El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez.

Gabo sabía de Leandro no sólo por sus ancestros guajiros, sino por los múltiples caminos que debió transitar por aquellas tierras en las que el canto vallenato forma parte de la cotidianidad. En la década del cincuenta, cuando la canción comenzó a escucharse a lo largo de las sabanas del Caribe, el autor de Cien años de soledad vivía preocupado por la construcción de un mundo paralelo, Macondo, cuya historia descrita en su obra más emblemática la comparó con un vallenato de trescientos cincuenta páginas.

En esa época quedó grabada en su memoria la historia de la diosa que mueve el caderaje para que el rey se ponga más engreído. El compositor recuerda que, en su época de adolescente, sus tías leían por toda la casa los cuentos de hadas asomadas en ventanitas o mezcladas entre emperadores y princesas. Con esas historias de fábula que golpeaban sus oídos, supo de la llegada de una hermosa joven que, a sus 16 años, despertó la admiración del pueblo.

Entonces, se acercó con el propósito de ser su amigo, pero fue rechazado. Leandro era un forastero que, meses atrás, había llegado a Tocaimo, un corregimiento del municipio de San Diego (Cesar), en cuyas orillas del caudaloso río que lleva su nombre se sentó varias tardes para preguntarse, a través de palabras que resultaron versos, por qué la muchacha que alcanzó a dibujar en las duermevelas del atardecer se creía una diosa coronada. Así nació la canción.

Entrevista a Josefa Guerra Y Leandro Diaz, protagonistas de la canción La Diosa Coronada.





En 1985, tres años después de haber ganado el Premio Nobel de Literatura, García Márquez publicó El amor en los tiempos del cólera con el siguiente epígrafe que sucede a la página dedicada a su esposa Mercedes: “En adelanto van estos lugares: ya tienen su diosa coronada”. Y en la parte inferior, el crédito al autor: Leandro Díaz. –¿Qué recuerda de eso, Maestro? –Que la novela de Gabo se iba a llamar La diosa coronada, como la canción –explica–. Él me conoció en el año en que se creó el departamento del Cesar y la canción que más le gustó fue esa. –¿Le han leído la novela? –No. En ese entonces mis hijos no tenían tiempo. Pero sí me leyeron la más importante: Cien años de soledad.

El nombre de García Márquez lo obliga a reacomodarse en la silla. Pareciera reconocer que sus relaciones con el Nobel y la aparición de su verso en millones de ediciones de una novela famosa, constituyen el sello de garantía de su condición de juglar, moldeado por la melancolía de una vida en penumbras, pero también por el toque de una alegría expresada en metáforas y estrofas.

Por eso se detiene en Cien años de soledad y evoca, mediante las imágenes que desfilaron por su imaginación después de haber escuchado la lectura de las primeras páginas, el regreso de los gitanos a Macondo y el anuncio de Melquíades de que la ciencia había eliminado las distancias.

Leandro Díaz asocia la escena de la novela, que grabó para siempre en su memoria, con su idea de ser clarividente, no sólo para saber dentro de cuántas horas la lluvia caería sobre los arrozales secos, sino para ir de pueblo en pueblo descifrando el futuro a través del recorrido de sus dedos sobre la palma de las manos de su clientela ansiosa.

Pero fue una gitana –como la que llevó Melquíades a Macondo– sentada en el extremo de la aldea, sin catalejo y sin carpa, la que lo obligó a desistir de su empeño de ser un gran prestidigitador.


Entre soledades y cegueras


Cuando la leyenda comenzó a abrirse por los pueblos remotos del Caribe, afirmaron que el autor de La diosa coronada había nacido en una finca del sur del Magdalena, pero él aclara que nació en Hatonuevo, un pueblo de la Baja Guajira ubicado en mitad de la serranía del Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta, que alcanzó la categoría de municipio en 1994 en medio de la fiebre carbonífera de El Cerrejón.

También aclara que su más grande amor fue Matilde Lina, la mujer que le provocó innumerables insomnios y la que sirvió de inspiración para organizar las letras de una de las canciones más representativas del folclor nacional. Leandro admite que aquella mujer, que al caminar hacía sonreír la sabana, fue un milagro musical: Un mediodía que estuve pensando (bis) En la mujer que me hacía soñar Las aguas claras del Río Tocaimo Me dieron fuerzas para cantar. Llegó de pronto a mi pensamiento Esa bella melodía…

Escuche una de las mejores versiones de ‘La diosa coronada’ interpretada por Carlos Vives y la Provincia.





Por: Jaime de la Hoz Simanca

25 mayo 2011

Festival Vallenato en Roma, Italia


Concierto de Carlos Vives y la provincia en el año 2009. Milano, Italia.



Con el objetivo de fomentar internacionalmente el folclor vallenato el Consulado de Colombia en Roma, Italia, cursó invitación a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata para que se haga presente en el Primer Festival Vallenato Europeo que se realizará los días 1 y 2 de julio.


El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina confirmó la asistencia para respaldar a este evento cultural y anunció que asistirá el nuevo Rey Vallenato, Almes Granados Durán y Los Niños del Vallenato de la Escuela Talento Vallenato ‘Rafael Escalona Martínez, tal como lo solicitó el Consulado de nuestro país en Roma.

Cabe anotar que la delegación vallenata partirá el 27 de junio y cumplirá una apretada agenda a partir del 29 de junio a las 10:00 de la mañana asistiendo a una Audiencia Papal. En el acto su Santidad Benedicto XVI saludará desde su estrado y se interpretarán varias canciones. Se tiene previsto que cuatro personas de la delegación vallenata saluden de mano a su santidad.

Para el 30 de junio a las 6:00 de la tarde se hará una presentación musical que organiza la Embajada de Colombia ante la Santa Sede. El embajador César Mauricio Velásquez, ofrecerá un coctel de bienvenida y asistirán embajadores, personalidades de la curia vaticana e invitados especiales.

El día 1° de julio se inaugurará el Primer Festival Vallenato Europeo y antes del concurso se presentará el Rey Vallenato Almes Granados, Los Niños del Vallenato de la Escuela ‘Rafael Escalona Martínez y la Escuela de Danzas del grupo Ballet Azúcar de Cali, entre otros.

Dentro de la gira también se incluye recibimiento a la delegación vallenata por parte del alcalde de Roma, Gianni Alemano, acto de inauguración de obras de artistas colombianos en el Salón de Arte ‘Domus Talenti’ y presentación en la ciudad de Florencia.

Finalmente la delegación vallenata será invitada a los diferentes sitios de interés de la ciudad de Roma como: Coliseo Romano, Arco de Constantino, Foro Imperial, Templo de Diana, Mercado Troyano, Monumento Victorio Emanuel, Templo de Adriano, Piazza Venezia, Panteón, Fontana de Trevi, Piazza Trinita del Monti, Piazza di Spana, Piazza de Popolo y Museo Vaticano, entre otros.

El regreso desde Roma, de la delegación vallenata inicialmente está previsto para el domingo 9 de julio, indicando que se puede prolongar si surgen nuevas invitaciones aprovechando su estadía, contactos que adelanta en estos momentos el Consulado de Colombia en ese país.

Esta gira por Europa es producto del trabajo serio, intachable y eficiente que cumple la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y permitirá que sus músicos expandan la música vallenata, llegando hasta los oídos de su Santidad Benedicto XVI, quien escuchará en la voz de Almes Granados y de los Niños del Vallenato de la Escuela Rafael Escalona Martínez, las historias de nuestros queridos compositores que nunca pensaron que esos pueblos y personajes, perdidos en la geografía nacional, llegaran tan lejos.



http://www.festivalvallenato.com/


05 mayo 2011

Santander Durán Escalona. ¿Quién le graba a Durán?


Santander Durán Escalona, para muchos el mejor compositor del denominado "vallenato moderno". Su rigor narrativo demuestra que, antes de que la llamada "nueva ola" contaminara ese género vernáculo, hubo propuestas auténticas, de gran factura literaria, que constituían un paso adelante en lo que plantearon los patriarcas del folclor.

Compositor de numen alucinado y verso de gran vigor. Sus canciones son un verdadero portento de armonía musical y mensaje. Heredero del estilo romántico y lírico de Gustavo Gutiérrez pero también de la savia narrativa de su tío Rafael Escalona. Nació en 1944 en Valledupar. Hijo de Santander Durán Gómez y Abigail Escalona. Es ingeniero agrónomo. Con su hermana, Estela grabó varias producciones cantando temas románticos. Ganó cuatro veces el Festival Vallenato, galardón que nos da un referente de sus calidades autorales. En el 2006 ganó la versión Rey de reyes. En 1999 fue descalificado en la final por no presentarse a tiempo con la canción Los hijos del café cuando se auguraba otro título a su ya crecido sortilegio de honores. Ganó en Villavicencio en 1985 el Centauro de Oro del Festival Nacional de la canción con el paseo Bajo la luna.


Escuche una muestra de canciones de la autoría del compositor en mención. También puede ver un documento en video sobre dos de los mas grandes compositores del vallenato moderno, Gustavo Gutierrez y Santander Durán.


Al ganar en el festival vallenato versión rey de reyes con la canción “Entre cantores”, hermosa evocación de una noche musical entre auténticos amigos, Santander Durán Escalona se reafirma como el más grande compositor de su generación, el genio que le ha descifrado las fórmulas secretas a la alquimia del vallenato, que ha logrado una deslumbrante simbiosis entre la propuesta romántica y la narrativa, que ha llevado sus letras al límite de la perfección lírica y gramatical, el mismo que ya había ganado el festival en tres ocasiones anteriores.


Lo ganó la primera vez con “Lamento arhuaco”, cuya segunda estrofa dice:

“Fueron guerreros de raza valiente
que derrotada ante el invasor

huyó del valle donde la muerte
iba a caballo conquistador”


Aunque fue compuesta a principio de los setenta, la canción no pierde vigencia, y más en un medio como el vallenato, que ha desatendido su esencia raizal de serranía y río de piedras para convertirse en el adefesio que escuchamos en las emisoras. “Lamento arhuaco” asume la voz de nuestro hermano mayor, el despojo histórico de que ha sido víctima hace siglos por el invasor español y hoy día por ciertos terratenientes de la región.


Luego, en 1987, Durán Escalona gana con “La canción del valor”:

“Invoco a los espíritus del viento
de la guerra, de la paz y del amor
a la sombra de los antepasados
y a la poesía futura de un cantor
para que cante la gesta de mi pueblo,
cuando no exista ni el eco de mi voz,
y hayan pasado los siglos,
y la historia no sea contada por el conquistador”


Durán Escalona demuestra aquí una vez más su oficio en la filigrana de componer un buen vallenato. También con voz indigenista, cuenta del sacrificio de los tupes, asumiéndolo con un manifiesto valiente y desafiante, enmarcándolo en una melodía exuberante, cargada de emociones.

En su tercera victoria Durán Escalona sorprende con un son, “Cantares de vaquería”, un relato de la epopeya del ganado, cuando salían los vaqueros a atrapar a los cimarrones por los territorios del Magdalena grande.

“Salimos de madrugá!

Salimos de madrugá!

para cruzar los esteros,
con el sol de los venaos
porque dicen que de noche se aparece en el sendero
el toro de cachos de oro y de los ojos coloraos”

Un par de días antes de que se conociera el resultado del concurso “Rey de reyes” de la canción inédita, el enviado especial de este diario, Juan Carlos Díaz, publicaba un interesante artículo sobre la desaparición del vallenato protesta, género del cual Durán Escalona es un insigne exponente, no sólo por las canciones mencionadas, sino por “La bananeras” y muchas otras. Allí decía Durán Escalona que no volvía a entregar una canción a un grupo vallenato.

Es de entender. No sólo hay indiferencia hacia sus canciones, sino que se graban de la manera ligera con que se interpreta el vallenato de hoy día.


Aun así, sorprende que los cantantes se quejen de falta de buenas composiciones y terminen grabando verdaderos esperpentos.

Santander Durán Escalona continúa su propio camino, que no es otro que el de la salvación del vallenato: su letra constituye un progreso dentro de la propuesta inicial de los viejos juglares, y al mismo tiempo está dotada de un rigor lingüístico que jamás traiciona los postulados de la raigambre del género.


Canciones como “No vuelvo a Patillal” y “Río Badillo” surgieron del festival. En esos tiempos, cantantes como Jorge Oñate se peleaban las canciones. Hoy cunde la indiferencia, que no es sólo hacia el más grande de todos, autor de “Ausencia” y “Cerro Murillo”, sino hacia la esencia del verdadero folclor. Por eso desde aquí les lanzo el reto a Oñate, a Zuleta, a Villazón, o a los más jóvenes, los talentosísimos Manjarrez y Dangond: ¿quién es lo suficientemente valiente para grabar esta canción?


Fuentes: http://www.laesquinadelcine.com/ , http://www.solovallenato.com/



29 abril 2011

EL VALLENATO SI ESTÁ EN RIESGO


ROSENDO ROMERO


El vallenato está en su mejor momento por el auge comercial que tiene con el cine TV, prensa escrita y hablada, programas radiales, espectáculos nacionales e internacionales, festivales, escuelas, literaturas, etc. Pero esto no quiere decir que no esté en riesgo. Cuando estuve de acuerdo con el catedrático Abel Medina Sierra me faltó aclarar y ampliar el concepto, bueno pues, se llegó el momento de hacerlo, ahí les va:

¿Por qué está en riesgo el vallenato?

1) Los artistas, en su trayectoria comercial poco a poco se han ido apartando de las raíces folclóricas para darle paso a la innovación que persigue el éxito inmediato, o sea, para ellos conservar el vallenato tradicional tan solo fue un tránsito en su carrera como artista, la prioridad la tiene el éxito comercial, pregunto: ¿Cuáles de estos artistas graban son y puya en cada trabajo que hacen?. Ni Poncho Zuleta, Jorge Oñate, El Binomio de Oro de América, Silvestre Dangond, Peter Manjarrés, Jean Carlos Centeno, Silvio Brito, Beto Zabaleta, Los Gigantes, Los Chiches, Los Inquietos, Los Diablitos, Pipe Peláez, Omar Geles, Otto Serge, etc. Sólo Jorge Celedón hace la excepción. O sea que los mismos artistas están de espaldas a los cuatro aires, y lo que es peor, ya ninguno de ellos graba el paseo rápido, cuando yo pregunto cuál de ellos graba la puya y el son, daría la impresión, que por lo menos graban paseo y merengue nada más, mentira, si graban un merengue es mucho, algunos sólo graban puro paseo, si ustedes quieren verificar esta información analicen la trayectoria de estos artistas y la sumatoria de merengues es mínima y la de la puya y el son, en algunos, es nula.

2) La forma de percutir el ritmo vallenato. Los artistas vallenatos graban un paseo que es una fusión de paseo, chandé, merecumbé, fandango y porro. Imagínense, un cajero que arranca en ritmo de paseo y luego tiene que hacer todos estos cambios en una sola canción, o sea, el modo de percutir el vallenato está en riesgo. Las fusiones son experimentos, por lo tanto no deben remplazar los cuatro aires.

3) Los festivales. Yo me aburrí de ir a los festivales, porque se convirtieron en espectáculos públicos para mostrar a las grandes luminarias de la música vallenata y en realidad es porque ya yo no estoy para hacer una bulla, los concursos pasaron a segundo plano, la creatividad se ha ido poquito a poco alejando de estos eventos, que se crearon para defender lo vernáculo, en verdad así se ha hecho, pero se deben reestructurar, hacerle cambios que permitan recoger la experiencia de los años y la exigencia de la dinámica que el mismo evento genera, con relación a sus objetivos. Si ya es más importante la presencia de una estrella famosa para el evento, es porque los papeles se están invirtiendo, los intérpretes no lo son todo, hay otros sectores de la música que merecen la atención, parece que la responsabilidad de que estos eventos estén respaldando el comercio del vallenato se debe a unos asesores que no piensan en cambios futuristas, que más les interesa tener contentos a los organizadores y a su ego que hacer análisis serios que beneficien al sector.

Santander Duran Escalona dice que los festivales han fosilizado las escuelas de la digitación musical del gran Luis Enrique Martínez, Colacho Mendoza, Alejo Durán, Lisandro Meza, el tres veces Rey Alfredo Gutiérrez, Alberto Pacheco, Nafer Durán, el coloso Miguel López con algunos aportes hechos por los creativos tales como Beto Rada, Orangel el Pangue Maestre y Omar Geles, pónganse a pensar, 70 acordeonistas tocando las mismas puyas con los mismos pases en todas las categorías. Presumo que el público se cansó de escuchar siempre lo mismo y optó por divertirse con el show de los artistas de moda, de tal forma que hoy en día la gente no pregunta; ¿qué acordeonista es favorito?, sino: ¿qué artista se va a presentar? Y agregan, si no viene fulano de tal, este festival va a quedar malo. Mostrar otras atracciones en el festival es bueno, pero no deben estar por encima de los propósitos del evento, que es mostrar el vallenato puro y a las nuevas generaciones.

Deberían hacer un festival para conjuntos estrella, o mejor dicho, ya hay un festival para conjuntos, el de Riohacha, pues dejen los otros para el concurso de nuevas figuras o por lo menos en los festivales, a cada agrupación que se presente se le debería exigir tocar los cuatro aires. Los conjuntos todos andan que se las pelan por presentarse en el festival, bueno, que sea una norma, todo el que pisa la tarima debe cumplir este requisito. Un muchacho demora un año ensayando para ganarse un festival y después que se lo gana y va a hacer una grabación no toca una sola pieza con la cual se ganó la corona. Los festivales son exitosos por la calidad de los participantes y por la misma magia del vallenato, también por el tesón y experiencia de algunos organizadores de los festivales, pero al final de cuentas, como acabo de explicar, todos le fallan al vallenato, por lo ya antes explicado.

4) Los compositores. La supremacía de lo comercial sobre lo auténtico en todos los festivales de la Guajira y el Cesar hacen que el compositor sea tratado como la Cenicienta del folclor (frase de Abel Medina Sierra), no hay conciencia ni conocimiento de los valores, pues si esa es la materia prima, por qué hacerla a un lado. Pregunto: ¿a qué van las grandes estrellas del vallenato? Respuesta: “A cantar las canciones de los compositores”.

Es un hecho que al compositor que no se le grabe hoy en día, prácticamente vuelve al anonimato. La no inclusión de los compositores clásicos, sacó de circulación al vallenato tradicional, para darle paso a las fusiones con el cuento aquel de que todo evoluciona y que hay que darle oportunidades a las nuevas generaciones. Esta es la frase de batalla de los defensores de las casas disqueras, evolución sí; oportunidades para los jóvenes, sí; pero que sea en beneficio de nuestra música, no en perjuicio de ella. Las canciones de los nuevos compositores suenan uno o dos meses, luego pasan al cuarto del olvido, tal como si nuestra música fuese desechable, en realidad si las canciones son monotemáticas y en un solo aire, los compositores las están sacando en serie y la superproducción de vallenato es tanta que hay canciones de muy buena calidad que no alcanzan a quedarse en el público, porque apenas empiezan a sonar, hay treinta empujando para sonar ellas, creo que estamos hablando de control de calidad, que no se ejerce. Las canciones de los compositores clásicos, algunas, tienen más de sesenta años y aun siguen en la simpatía del público.

Mi amigo Adrián Villamizar expresó su angustia con un merengue de hermosa construcción melódica y literaria en el festival vallenato 2010 con el título de “Si no se canta se olvida”, una auténtica defensa nacida del más profundo sentir vallenato, en el desespero por hacer algo. Ocupó el tercer lugar, logro cantar para todo el país su proclama, pero este espadachín del verbo sabe de sobra que si le presenta esta canción a un artista de moda, si se la graban es por milagro de Dios que nos quiere ayudar, porque a los artistas para nada que les interesa la cultura y el arte tradicional, acaso han visto ustedes, alguno de ellos dictando una conferencia sobre folclor. No, a ellos les interesa son los contratos el próximo fin de semana.

Por otra parte, la mayoría de los locutores no anuncian al autor de la canción, y cuando se refieren a compositores vigentes mencionan solo a los que están de moda. Pregunto yo: “¿Será que un legado pierde vigencia o es para toda la vida?”. Pregúntense por qué a compositores de reconocida calidad tales como Mateo Torres, Sergio Moya Molina, Daniel Celedón, Marciano Martínez, Rita Fernández, Edilberto Daza, Leandro Díaz, Adolfo Pacheco Anillo, Roberto Calderón, Deimer Marín, Beto Murgas, Julito Oñate, Santander Durán Escalona, Nicolás Maestre Martínez, Emiro Zuleta, Camilo Namén, Ildefonso Ramírez Bula, Nicolás Bolaños, etc., etc., hoy en día no están mostrando sus obras? Simplemente porque los intérpretes no los buscan, inexplicablemente los grandes intérpretes hicieron a un lado a esta gama de compositores que estaban en su mejor momento y aun siguen componiendo.

5) El riesgo más grande es el que corren los grandes maestros de la música vallenata; los viejos se van a morir sin ver que se les hace justicia,la mayoría ya se murió, las verdaderas joyas de este folclor, los tesos, los que hicieron todo esto para que ahora las grandes estrellas del vallenato se paseen hoy en burbujas con vidrios polarizados y se bajen en la suites de los grandes hoteles, los que legaron un montón de arreglos musicales que ampliaron el universo musical para que los festivales existieran. Hoy, los que quedan los vemos andar en mototaxi, por las calles a pie, algunos tienen como consuelo la posibilidad de dictar clases de acordeón y al menos con eso hacen escuela, porque en los grandes eventos se les ignora y no son mostrados como ejemplos de cómo se toca el vallenato para las nuevas generaciones y ¡claro! como los aplausos se los llevan las grandes estrellas comerciales, entonces los niñitos piensan que ese es el camino y que los tesos son los artistas comerciales y a esos son los que imitan y después se preguntan: ¿por qué el vallenato está perdiendo su colorido?

Pienso que el Ministerio de Cultura debe poner orden en todos los festivales de Colombia, reformar los estatutos de todos los festivales o al menos dar unas bases obligatorias y hacer que se respeten a las grandes glorias de la música colombiana, esto no puede seguir como caballo desbocado o como un barco a la deriva, el orden debe venir directamente desde el Ministerio de Cultura. Al final de cuenta, para eso se hizo, para organizar la cultura colombiana, básicamente se trata de lo siguiente: el vallenato comercial se está engullendo al vallenato auténtico, necesitamos el comercio, pero como vehículo para difundir al vallenato auténtico, no lo contrario. Tener el vallenato auténtico para difundir un comercio como negocio lucrativo para los disqueros y los artistas vallenatos y los grandes empresarios de espectáculos. Es obvio que al aspirar el reconocimiento de la UNESCO para el vallenato a nivel mundial, aspiramos que nuestra música se cante en otros idiomas, así el espectro comercial se ampliará. Entonces pongámonos las pilas: ¡A proteger el Vallenato!

6) La narrativa en el vallenato no está en riesgo, ya hace rato que desapareció, por ahí quedan una que otras canciones que son como el humo del tabaco que ya se apagó.
El vallenato es como un árbol, algunas de sus ramas ya están secas, salvemos al árbol y podrán salir nuevas ramas con características similares, basadas en su tradición y en su base melódica y literaria.

7) La piratería es una enfermedad terminal, la música pasó a ser artículo de esquina, con almacenes en el suelo, de San Agáchate.

8) La carátula del disco. De allí desaparecieron la categorización de los aires, ya no aparece sino el título de la canción, antes decía: paseo, merengue, puya o son, ahora, intencionalmente, no lo ponen, para que las fusiones pasen como vallenato, porque, en realidad lo que vende es la palabra Vallenato.
a) Saludar a un ser querido que se encuentra lejos en un disco no creo que sea malo, o tal vez, al mejor amigo, a la novia, al esposo, a los hijos, tampoco es malo, pero sería mucho mejor si no se hace. Por lo general una sola canción trae de 10 a 20 saludos, pónganse a pensar lo harto que es escuchar ochenta saludos en un disco. Eso agrede la imagen de nuestra música a nivel mundial, pues a quien le interesa en Argentina quien es Pedrito Pérez allá en Perra Perdía, eso debe quedar para los eventos en vivo, uno o dos saludos por canción serían suficientes y eso, por consideración a los cuarenta años de estarse haciendo así.
b) En los festivales aquí, allá y acullá, todos los años presentan a los mismos artistas.
c) Las componendas y las mafias que se arman para favorecer a determinados concursantes apestan en algunos festivales, las juntas no son responsables, me consta, pero en otros las mismas juntas se amangualan.



Fuente: http://solovallenato.com/

04 abril 2011

Después de la lluvia (Cumbia), lo nuevo de Cabas

El sencillo que canta junto a Vicentino contiene un mensaje para las víctimas del invierno


Álvaro Rizo, manager del artista, dio a conocer en exclusiva a VIVE.IN el nuevo sencillo de Andrés Cabas titulado 'Después de la lluvia', tema de su más reciente trabajo discográfico 'Si te dijera', el cual fue elaborado en la ciudad de Buenos Aires bajo la dirección del productor argentino Gerardo 'Cachorro' López.

'Después de la lluvia' fue compuesta por el artista barranquillero, quien a ritmo de tambores dedica esta cumbia a las miles de familias colombianas que durante los últimos meses resultaron afectadas por la ola invernal. Este sencillo lo comparte con el ex vocalista de Los Fabulosos Cadillacs, Vicentico, quien le da un toque de fiesta a este tema que pondrá a bailar a más de uno bajo la lluvia.

'Si te dijera'

Después de 3 años Cabas vuelve con esta producción discográfica que contiene 11 temas entre los que se destacan, desde ritmos caribeños hasta el reguetón.

El disco cuenta con la colaboración de artistas de primera línea como Vicentico, Andrés Calamaro, La Mala Rodríguez y Ale Sergi (vocalista de Miranda).

'Si te dijera' fue grabado en uno de los estudios del productor y músico argentino 'Cachorro' López, quien es considerado actualmente uno de los productores más importantes de la escena rock latinoamericana. López ha trabajado con importantes bandas y artistas latinos como Diego Torres, Miranda, Paulina Rubio, Julieta Venegas, Belanova, entre otros.

En uno de los tracks de este CD, el compositor barranquillero le canta a Simón Cabas Bahamón, hijo que tuvo hace dos años con la actriz colombiana Johanna Bahamón.

Este es el quinto álbum del artista, reconocido por éxitos como 'Bonita', 'La Cadena de Oro', 'Ana María', 'Mi Bombón', entre otros.

Redacción vive.in




01 abril 2011

Escalona ¡vive! - Ivan Villazón, Marina Quintero y la Banda Sinfónica de la U de A



La Banda Sinfónica de la Universidad de Antioquia rinde homenaje a Rafael Escalona, maestro y baluarte de la música tradicional colombiana, cuya obra de valor histórico-cultural, sintetiza una época decisiva para la cultura musical colombiana.
La música de Rafael Escalona representa el paso del canto bucólico a la canción urbana, producto del ingreso a la cultura escrita, y traduce la identidad del hombre latinoamericano, producto híbrido del cruce de culturas profundamente disímiles.
Rafael Escalona nació en 1928, en Patillal, Cesar, caserío lleno de encantos y de contornos paradisíacos. Situado a 35 kilómetros de Valledupar, es famoso en toda la región por un arroyo seco, de arenas blancas muy finas, bordeado por aceitunos silvestres. En las orillas de su arroyo, al que llaman “La Malena”, en noches de luna solían reunirse las gentes del pueblo a cantar décimas, y a referir historias de los pueblos; algunos recitaban poesía y otros cortejaban con bellos cantos de amor.
Estas costumbres avivaron el espíritu de Rafael Escalona, y se convirtieron en fuertes influencias determinativas de su obra poético-musical. En efecto, las crónicas de historias locales y la apertura al lirismo a través de las narraciones de su padre, junto a la música de acordeón de los campesinos que trasegaban por los parajes de la Provincia, se convirtieron en fuentes de la inspiración que singularizó su vida y su obra.
Los mejores arreglistas de la Banda llevaron al formato sinfónico los bellos paseos y merengues del insigne compositor patillalero.
Álvaro Mercado, momposino, ha sabido combinar con maestría la mágica inspiración de los nacidos en Macondo con la magnificencia de la expresión sinfónica
Manuel Pinto, buscador tesonero del alma de la música, ha traducido bellamente al pentagrama sinfónico el vuelo poético del Maestro del canto vallenato.
Alfredo Mejía, arreglista de la música, por pasión y convicción, supo leer en los tonos y acentos del romanticismo y la narrativa poética de Escalona, la amistad en su expresión sublime. Jaime Molina y Miguel Canales, son testimonio.
Juan Carlos Yepes, nuestro arreglista revelación. Su creación sinfónica, fina y elocuente, condujo la música del Maestro Escalona por la dimensión estética universal.
Maestro Marco Antonio Castro, director de la Banda Sinfónica por más de dos décadas. Director musical del homenaje a Escalona; músico de rigurosa formación. Seducido por la cadencia de la música de la Provincia, convirtió su aguda escucha y su ortodoxa conducción en la gran puerta por donde el canto de Escalona ingresó triunfante al pentagrama universal de la música.
El Maestro Marco Antonio Castro ha sido un interlocutor cálido y receptivo de las inquietudes que nacen del corazón sensible de Marina Quintero. En los últimos años ella no ha dejado de rondar por los senderos definidos de los gustos musicales del consagrado director, para, con el anzuelo del espíritu universitario, que a los dos habita, conmover su espíritu y llevarlo por los parajes llenos de emoción y tradición de las músicas populares.
La música de Escalona, seductora y encantadora, aun de los más clásicos y sobrios gustos musicales, habló al oído de nuestro director, y también a él lo convirtió, cual paloma mensajera, en emisario de su amor, de su pasión, de su devoción, por la tradición de los pueblos.
La magistral participación, clásicamente vallenata, en el devenir de la dinámica sinfónica de Escalona vive, es obra de dos acordeoneros de raíces dinásticas y de impecable ejecución. Son ellos Hildemaro Bolaño y Lisandro Meza “Chane”, hijos ambos de respetados acordeoneros del mismo nombre, que ocupan lugares de privilegio en el “cuadro honorífico” de los músicos populares.
Hildemaro y “Chane” han escuchado las voces de sus antepasados y las han plasmado en melodías que renuevan la tradición con belleza y maestría.
Escalona vive es una idea de Marina Quintero, huésped benemérita de la tierra vallenata, quien en más de un cuarto de siglo ha enriquecido su intelecto y su espíritu escuchando serenatas, participando en festivales, parrandas, conversaciones y tertulias con amigos, cantores, compositores y músicos de la tradición musical de la Provincia. Su sensibilidad y devoción por la música, le merecieron la amistad de Rafael Escalona y le permitieron con él un diálogo fecundo, que le llevó por los laberintos secretos del alma del Maestro. Escalona vive es testimonio de esta compenetración; es una exaltación a la amistad y a la pasión poético-musical.
Las voces profesionales de Roque y Lucas Quintero, aportaron, desde la polifonía que construyen, brillos, colores, y un especial encanto que exaltan los matices de la expresión vocal de Iván Villazón y Marina Quintero.
Escalona vive está interpretado por la voz profesional de Marina Quintero, quien interpreta seis canciones del amplio repertorio del maestro Escalona. La perfección vocal de su interpretación, sumada al sentimiento matizado, permiten experimentar la lírica romántica del autor en una dimensión de profundidad existencial.
Iván Villazón, uno de los más grandes cantores de la expresión vallenata, aportó, con generosidad, el sentimiento de la Provincia y la tradición de sus abuelos. Su gesto amable, su canto y la fuerza de su identidad, abonaron a la realización de Escalona vive, expresión cultural que espera conquistar el alma del pueblo colombiano.

Esta hermosa pieza musical se puede obtener por $15.000 en la Tienda del Museo Universitario, en la Tienda Universitaria y en la Libreria de la Universidad de Antioquia.

Horario de atención

Lunes a Viernes de 8:00 a.m. a 6:00 p.m. en horario continuo, y los sábados de 8:00 a.m. a 3:00 p.m.

Dirección: Calle 67 N° 53-108, bloque 22

Teléfono: 516 76 88

Correo Electronico: Librería@cooprudea.com.




MUESTRA DE ALGUNAS CANCIONES PERTENECIENTES AL ALBUM "ESCALONA VIVE"


22 marzo 2011

LA CANTADORA, TOTÓ LA MOMPOSINA. IN CONCERT


Totó la Momposina ha logrado congregar exitosamente en su música, la esencia de tres culturas diferentes: delicadas melodías indígenas, vigorosos ritmos africanos y el alma de España. Esta maravillosa amalgama de sonidos ha permitido dar a conocer la riqueza de nuestra música tradicional en los cuatro rincones del planeta, convirtiendo a Totó la Momposina en la principal embajadora de nuestro folclor. Dicho esto, se hace más que justo y necesario registrar su legado en un formato audiovisual donde sea posible apreciar su imponente puesta en escena que combina cantos, bailes, hermosos vestidos autóctonos, en fin, todos aquellos detalles que en conjunto conforman nuestro patrimonio cultural.

El encargado de tan noble labor fue el director Jake Holmes y su equipo de Drumgirl, quienes han capturado la fuerza, carisma y talento de Totó la Momposina en escenario con sus músicos, en un DVD que registra un concierto llevado a cabo por la artista en el Festival Womad en Inglaterra; diez temas en vivo entre los que encontramos “Mojana”, “Yo Me Llamo Cumbia”, “Tres Golpes”, “La Llorona”, “Prende la Vela”, son matizados con bellas imágenes de Colombia, testimonios de hijos y nietos de Totó, diferentes encuentros de la artista con niños de la cumbiamba de Barranquilla, los Grupos Generación Activa de Puerto Colombia y los Tamboleros de Talaigua y un registro de la entrevista de Totó con el legendario Pablo Florez, dos grandes del folclor reunidos en un espacio en el tiempo y plasmado en este DVD que ahora entregamos a ustedes. Todo este importante material extra fue captado por el director a partir de un recorrido que realizó con la cantadora por Barranquilla, Cartagena, Mompós y Talaigua donde reconoció la riqueza de las raíces culturales y la alegría de la gente en la Costa Caribe.

Este DVD, el primero de Totó, es un producto esencial para los admiradores de su música y los amantes de las tradiciones de la Costa Atlántica y ahora se encuentra disponible en el mercado colombiano.


Muestra de una parte del DVD de la artista colombiana Totó la Momposina llamado "La cantadora"

CONTENIDO

1. Mojana
2. Yo Me Llamo Cumbia
3. Chi Chi Mani
4. Ven Pronto
5. Cosas pa Pensar
6. Tres Golpes
7. La Llorona
8. Rosa
9. Fiesta Vieja
10. Goza Plinio Sierra
11. Prende la Vela

MATERIAL ADICIONAL
1. El Dolor de María
2. Tío Guachupesito
3. La Verdolaga


DISTRIBUIDO POR MILLENIUM REPRESENTACIONES DE COLOMBIA LTDA.
www.milleniumrecol.com

02 marzo 2011

Alejandro Duran Y Su Paso Por El Amor



El profesor de filosofía Carlos Gurméndez, en sus Estudios sobre el amor, dice: “El amor es tan sólo la posibilidad de una totalidad real que puede realizarse mediante una experimentación viva. Al unirse dos seres, cada uno aporta su vida, en la que se amalgaman sus emociones, contextos, fracasos, éxitos, o sea, su realidad personal”.

De igual forma, el filosofo de San Jacinto Bolívar, Numas Armando Gil, en un ensayo sobre el amor en la canción vallenata dice: “La palabra amor procede del verbo amar, que significa coger o ser cogido. El que ama es cogido por la cadena del deseo y anhela coger a otro con su anzuelo. En efecto, igual que el pescador astuto intenta atraer los peces con sus carnadas y cogerlos con el gancho de su anzuelo, así también el que es cogido por el amor se esfuerza en atraer al otro con sus halagos, y con todos sus esfuerzos intenta unir dos corazones distintos con su vinculo inmaterial; o si ya están unidos, conservarlos para siempre juntos.

El amor hace que una persona ruda e inculta brille con toda la hermosura; sabe también enriquecer a los de baja cuna con nobles costumbres, y además suele dotar de humildad a los soberbios; el enamorado se acostumbra a ponerse al servicio de todos con complacencia. Lo vemos despreciar la muerte, desafiarla, no teme ninguna amenaza, dilapida sus riquezas y no teme caer en la miseria”.

Y fue precisamente eso, lo que sucedió con Alejo Durán, ese ser humilde, campesino, negro, de mirada tierna, picaron, romántico, de sombreo vueltiao, dentadura blanca; el poeta, el hombre desgarrado que oculto, llevaba hondas penas en el corazón, el negro que le dio la dimensión histórica al festival de la Leyenda Vallenata. En sus composiciones cogió y fue cogido en el amor, y lo plasmó en su canto. Cantándoles a las mujeres, a unas las enamoró, a otras las poseyó y a muchas las inmortalizó a partir de sus cantos. Recordemos a: Fidelina, Irene Rojas – la del cero treinta y nueve – Bren, Chave, Sabina Arrieta – la del papelito de Ayapel – María, Guillermina Tovar, Evangelina, Saturnina, Josefina, Margarita, Catalina, Las Mellas, Teresita, Sofía.

Ellas fueron su mundo: “Las mujeres fueron todo para mí. Con decirle que hasta negocio fueron, pues yo tenía que estar enamorado para seguir componiendo. O despechado, tal vez. Hay amores de amores, y amores que se quieren. Eso lo aprendí caminando”.

Cuando Alberto Salcedo Ramos lo entrevistó para el libro “Diez Juglares en su Patio” le dijo: “En esas corredurías fue donde conocí a casi todas las mujeres que después salieron en mis canciones. Es que uno en cada pueblo conseguía sus amores. Cuando uno se enamoraba, de verdad era un tigre, ¿oyó?, un tigre que perseguía a la dama por donde fuera. La olía a lejos. La llamaba con el silbido. Y si la cosa se ponía muy difícil, entonces uno tiraba a fondo, a buscarla en cualquier rincón. Lo importante era dar con ella para saber de una vez por todas si triunfaba o fracasaba. Si uno salía derrotado, por lo menos quedaba eso: haberla encontrado”.

Citando a Aristófanes, cuando dice que: “los hombres no se dan cuenta del “poder” del amor, ya que si así fuera, desde mucho tiempo atrás le hubiesen construido los más espléndidos templos y altares y harían en su honor los más solemnes sacrificios. Pero no, el amor es el dios más aliado de los hombres y médico de los males, cuya curación aportaría la máxima felicidad al genero humano”. Una explicación de las razones históricas y profundas para que éste canta autor le cantara a la mujer y al amor, no se puede encontrar sino en que la máxima felicidad se la dieron las mujeres. “El amor es un deseo tan profundo que nos hormiguea el cuerpo hacia la búsqueda de la integración de nuestra naturaleza en la persona o el objeto amado; lo mismo en lo físico que en lo espiritual”.

Alejo Durán, se casó con Joselina Salas en el año de 1953 en Barranquilla, a la edad de 35 años, pero tres años de compartir momentos alegres y amargos, así como de sufrir la ausencia del marido por días y meses, hicieron que el amor se quebrantara y el idilio amoroso se rompió para siempre. Joselina no resistió y mucho menos aguantó que su marido fuera un gitano que no tenía punto fijo, porque salía de Magangue, lugar a donde se fueron a vivir en su unión marital, y recorría el gran Bolívar, los pueblos del Magdalena, del San Jorge y del Bajo Cauca; ella nunca alcanzó a comprender lo que significaba Alejo para la música y el folclor colombiano. Una relación que se acabaría también por los celos intransigentes de una mujer que veía que su compañero se volvía más importante y asediado por el público. Por eso decidió, un día cualquiera, abandonar al rey grande del acordeón, sin importarle nada, ni la fama ni el prestigio arrasador que el cantor estaba construyendo, y regresó a su Yucal (Bolívar), lugar a donde Alejo la enamoró con su acordeón, algo a lo que ella accedió porque le gustaba su música y a Alejo le gustaba ella. No obstante, producto de ese amor verdadero, tuvieron dos hijas.

No puede olvidarse que el amor de su juventud fue Fidelina: la locura de esos días en los que no podía dormir porque le atormentaba el alma. Su Fidelina terrenal. Alejo contaba con agrado el suceso que le paso con esta mujer, del que surgió una de sus canciones preferidas: “Fidelina fue una muchacha que tuvo amores conmigo. Yo no sé si ella conmigo o yo con ella. Total, que una vez resolvió a irse conmigo, pero como uno es tan desesperado, nosotros nos citamos a las ocho y media de la noche. La casa de ella estaba en un recinto a la orilla del camino real y yo estaba tan alegre y desesperado, que me fui desde la seis. Cuando ya eran las siete ya yo estaba aburrido”.

Fidelina, Fidelina
Me consuela mi acordeón
Que tu negro no te olvida
Es de todo corazón…

También tuvo otras vivencias que le permitieron construir historias a sus mujeres amadas y no amadas. Por ejemplo: “Joselina Daza”, es un canto de afecto y se lo hizo a la hija de su compadre y protector Víctor Julio Hinojosa; a Isabel María, la pequeña hija de su amigo Amaranto León, le compuso una canción conocida por todos los seguidores del gran Alejo: “La hija de Amaranto”, le cantó a Sierva María, a partir de una composición que no fuera de él, sino del juglar Germán Serna Daza, pero lo interesante fue que inmortalizó este nombre, hasta el punto que García Márquez lo menciona 185 veces en la novela: “Del amor y otros Demonios”, y dijo una vez: “Ahora, Sierva María es un nombre tan bello que hubiera sido casi un delito no utilizarlo para un personaje tan bello”. Su último suspiro amoroso lo dio al lado de Gloria Dussán, con la que vivió en Planeta Rica (Córdoba) y la que le ayudó a criar dos hijos que no eran de ella, y fue la mujer que hizo que el negro viviera eternamente enamorada de ella, la gran Goya.

Un tema que no está agotado, así los historiadores, folcloristas, narradores, cuentistas o literatos quieran dar a entender que se agotó. Ahora es cuando más se necesita ahondar sobre esta temática, porque nadie tiene la verdad absoluta acerca de Alejo, pensarlo así sería una pretensión absurda y salida de todo contexto. Lo peligroso sería también, creer que podemos saber más de las cosas y sucesos que el propio difunto. Es por eso que se hace necesario fabular acerca de este hombre, una vertiente muy rica para que la leyenda no muera.

Sin caer en categorizaciones academicistas o filosóficas, sólo hay que atinar en decir que era un compositor que leyó e interpretó su entorno, sin más complicaciones. Por eso también satirizó e ironizó en sus cantos; uno de ellos es “La Perra”. Como era un buen narrador de cuentos, lo refiere así: “Entonces el marido de la mujer se metió una rama de totumo por dentro y se fue a esperar a la mujer allá. Cuando la mujer llegó y se dio cuenta que era el marido, echo a correr. Entonces vino y la cogió, y me la va levantando con la rama esa. La mujer, en vista de que no se pudo escapar, se le devolvió y lo mordió todo. Entonces, por eso es que dice: “El dueño dándole palo y la perra dándole diente”, es el motivo de esta canción”.

Aquí podríamos decir: “Quien no conoce el tema, sufre de engaño”. Eso pasa con esta canción: quien no conoce la historia, la estigmatiza y no le da el verdadero sentido que se merece.

Ahí viene la perra
La que me iba mordiendo
Perra valiente
Que mordió a su dueño
Es una perra valiente
Es una perra tan brava
El dueño dándole palo
Y la perra dándole diente

Alejo fue un hombre que se dejó coger por el amor, y lo cogió; por eso, desde muy joven se enamoró, y dijo en su canción que “no hay nada como la mujer”, y grito a los cuatro vientos que después del acordeón, las mujeres se irían con él a su tumba.

Lo más sublime siempre sería enamorar al ser femenino, sin importarle el tipo de mujer que fuera, su estrato social, ya fuera rica, pobre, negra, india, blanca, lo que le importaba era que sus asedios amorosos encontraran respuesta. Su seducción no estuvo acompañada por pretensiones que estuvieran por fuera de lo que el rito del amor reclama, ni hacia ostentaciones de poder. Aguardaba con pasividad del hombre que sabe esperar, porque su cortejo era tan efectivo que no necesitó de otros menesteres para “coger” y llevarse el amor de ese día, de esa noche o de aquella tarde.

Se volvió un hombre irresistible, por su porte, su voz, su color, y porque tenía un imán para las mujeres. Las mujeres de su tiempo nunca se resistieron a su sonrisa, a su mirada y a su piropo, que fue otro anzuelo para su pesca amorosa. Un piropo de Alejo tuvo que ser una frase cargada del más puro amor, al que ninguna mujer pudo resistirse por más ausente que estuviera o por lo poco interesada que ésta se mostrara por el negro color de ébano.

Ni que decir cuando lo veían pasar con su sombreo vueltiao, el primero en hacer famoso este aporte Zenú, al cual le dio prestigio. A otras por el contrario, les fascinaba su risa electrizante para deleitarse con su blanca dentadura como el marfil; ese simple detalle hacia volcar afecto, cariño y ternura. A lo mejor muchas se iluminaron con él, cuando de su boca salían rayos dorados, por tener dos dientes de oro, y eso le quedaba bien, no le sobraba a su personalidad sólo porque era el negro consentido de las mujeres.

Así como nunca se cansó con el toque del acordeón, de igual forma, aconteció con las mujeres. Si estaba en una caseta o en una parranda podía sentirse asediado por ellas, pero esto no lo mortificaba, quizás porque su acordeón lo acompañaba con su melodía, hasta que llegaba el instante preciso para elegir a su “víctima” amorosa. Desde ese momento hasta finalizar el toque, se dedicaba a cantarle a la mujer que lo impulsaba a hacer versos, y para que su acordeón se volviera más tierno con los bajos y los pitos.

Siempre fue un hombre listo, rápido de pensamiento. El cuerpo definido y de contorno escultural de la mujer también fueron motivos de inspiración para sacar bellas melodías. Alguien podría afirmar, a priori, que Alejo debió sufrir algún desengaño amoroso. Si hubiera sido así, no hubiera compuesto y dedicado tantas canciones a ese ser trágico, mañoso, grandioso, como es la mujer. Por eso no la pudo mirar como la esclava, la que vino a procrear, a soportar el machismo desbordante del hombre de la región caribe, la que tiene que cuidar al marido, sino todo lo contrario, la concibió como ese ser social que le dio inmensas alegrías y fracasos.

En esas correrías tuvo más de una mujer, y sólo él, como nadie, supo por qué se detenía: en cada puerto tuvo un amor, no como el marinero, pero si como el viajero del amor. Testigo de todo esto es el territorio del Bolívar grande, el Magdalena, y el interior de Colombia. Darle una dormida para que descansara era un acto de honor por parte de aquellos campesinos que lo veían como su ídolo, y permanecer la noche allí donde le daban la posada, era más que pasar la noche, porque si había una muchacha bonita, se desesperaba y su requerimiento en el amor era lento y puntilloso. Si no lograba impactar a la joven que no lo dejaba dormir, se iba con su recuerdo y si le gustaba más de la cuenta, volvía otro día; eso sí, se iría en busca de otra aventura, tal vez porque su corazón le decía que alguien lo estaba esperando para escucharlo y que él le declarara su amor.

Sabía que la noche la pasó en casa de amigos o de sus seguidores fieles, pero no podía adivinar dónde pasaría la siguiente. Desprevenido de las cosas materiales, el dinero no fue su fuerte; poco le interesó. Descifró el acto del trabajo en toda su magnitud y “supo que el trabajo nace del acto de disfrutar de lo que se está haciendo”; lo disfrutó hasta la saciedad, lo paladeó como un helado, de esos que se venden en esa región de mil colores. Amplio con las mujeres, cuando entendía que estaba más que enamorado, el respeto por ellas seguía siendo de admiración y de ejemplo en este mundo, donde ni siquiera hay tiempo para lanzar palabras de amor o de regalar una “flor de amor” para que la lleven y nos tengan en sus recuerdos.

Los cabarets lo enloquecieron. Eran algo embrujador y lo más agradable para este hombre mujeriego, pues allí lograba desdoblarse: Alejo alguna vez dijo: “Era lo más sabroso que le podía pasar a un hombre, porque podía estar tranquilo con una mujer, y si se aburría con ella, ahí mismo podía coger otra y no había problema alguno”. De allí que le compusiera un Son al cavaré de “El chelo”, en Cereté:

EL CHELO

El chelo se ha puesto bravo
Eso no es de corazón
Ahora para contentarlo
Te voy hacer este son
Todo lo que está pasando
Seguro que no me explico
El Chelo se ha puesto bravo
Porque yo no lo visito.
Pero yo no sé por qué
Esto dice el pobre negro
Ahora voy a Cerete
Para visitar a El chelo.

El mejor agradecimiento para su amigo, quien lo tuvo varios días y varias noches en ese sitio, donde disfrutó del mundo erótico, pero sabiendo que las notas del acordeón de Alejo eran un atractivo para aquel lugar, que tantos secretos le guardó. De allí también nacieron muchos homenajes para la “capital del oro blanco”, titulo que ya no ostenta. Fue la ciudad que disfrutó con la presencia del “negro grande” cuando éste llegaba a las corralejas del 2 de febrero, también le canto a las lindas cereteanas.

“Alejo murió como tenía que morir: del corazón. Lo había dividido tajantemente en dos, entre las mujeres y la música. Era un corazón que había amado, que había sufrido, que había creado. El de él fue un corazón para muchos corazones”.

Murió de infarto, una mañana de sol del 15 de noviembre de 1989, en la habitación 204 de la Clínica Unión, de Montería. Este año se cumplen 21 años de su partida. Pero hay un hecho muy singular, siempre que converso o hablo de Alejo Durán, se me viene a la mente los grandes poetas: Jorge Artel, Candelario Obeso, y el Premio Nóbel de Literatura del año 1982, Derek Walcott, ¿Será porque pertenecen a esa inmensa Región Caribe que va desde el sur de los Estados Unidos hasta el Brasil? ¿O porque cada uno de ellos ha tenido una versatilidad muy propia para cantarle al mundo?


Por : Arminio Mestra O.
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