30 agosto 2010

JORGE OÑATE, EL RUISEÑOR LE CANTA A SU NIETA

Un nieto es un hijo que uno tiene dos veces.
Juan Gossaín

Una madrugada, después del trajinar de una presentación el cantante Jorge Oñate, llegó a su casa y su cuerpo entró en el natural descanso. Estaba en esas, cuando tuvo un sueño que lo hizo despertar de inmediato. Su mente estaba en contacto directo con su corazón y le trasmitió unos versos y una melodía, para dedicarla a un ser que desde hace seis años le alegra la vida, su nieta la que cariñosamente lo llama: “papa”.

Porque Shadia está muy grande
es que Shadia se creció,
ella es el amor de papa
que me la bendiga Dios.

Un verso sencillo, pero que cuenta con el más ferviente cariño del abuelo de corazón noble y que sabe señalar el horizonte con amor y confianza. Shadia Oñate Villafañe, la hija de Jorge Luis y Kelly, le prodigó a su abuelo un amanecer feliz y desde ese momento comenzó a armar el rompecabezas de versos, para que tuvieran la contundencia necesaria, el sentimiento más grande y la melodía exacta para adaptarla al acordeón de Christian Camilo Peña.
Jorge Oñate no hizo mucho esfuerzo porque muy bien lo dijo: “Shadia, es mi primera nieta. Ella es algo de mi alma y la gente sabe la adoración que le tengo. A Shadia, la quiero, como también a mis nietos Madena y Jorge Samuel. Prácticamente, a Shadia la criamos Nancy y yo, y por eso la adoración es muy grande y ella se comprende mucho con nosotros”.



Con estas palabras de amor a sus nietos, la tarea fue fácil porque el corazón mandaba señales de alegría.

Quisiera ser como Escalona
pa’ hacerte una casa en el aire,
que no te visite nadie
solamente mi persona.

La canción iba tomando forma y Jorge Oñate pensaba. “Rafael Escalona, le hizo su canción a Adaluz; Calixto Ochoa, al retoñito; Hernando Marín, a sus muchachitas; Diomedes Díaz, al muchacho y otros compositores más que le han hecho a sus hijos. Yo, también le he cantado a mis hijos Delfina Inés, Jorge Daniel y Jorge Luis, entonces era preciso hacerlo con mi primera nieta, en representación de todos”.

Se me ha ido Delfina Inés
pero, me ha quedado Shadia
y también Jorge Samuel
y Madena, son mi alma.

La inspiración lo seguía acompañando y poco a poco iba armando los versos que le dieran la formula precisa para homenajear a su nieta. Esa nieta inquieta que adelanta el grado de pre escolar y que en sus ratos libres también canta, queriendo emular a su abuelo.

Me lleno de sentimiento
cada día la veo más grande,
ya me estoy poniendo viejo
no tengo cuando olvidarte.

Cuando la canción había tomado forma Jorge Oñate, se la dió a conocer a su esposa Nancy Zuleta, la querida ‘Patrona’ y a sus hijos. “Para mi familia fue algo de mucha alegría y sentimiento. Después la estrené en una presentación en Sahagún, Córdoba, y comenzaron a reproducirla y ahora me la piden diciéndome: “Canta la canción de tu nieta”. No tengo palabras como expresar ese instante, donde los padres ven reflejados en ese canto a sus hijos y a sus nietos. Eso para mi es muy lindo”.
En ese momento de la entrevista el hombre que marcó en dos la historia de la música vallenata y que suena por todas partes con sus grandes éxitos ‘La aplanadora’ y ‘Te dedico mis triunfos’, bajó su cabeza y como premio dejó correr por sus mejillas unas lágrimas. Esas lágrimas son la muestra del más fiel sentimiento que hizo posible que por su garganta corrieran los más elocuentes versos, dedicados a un ser que Dios trajo al mundo para alegría de todos y que hoy es noticia cantada.
…Y Shadia la escuchó
La nieta a quien le habían dedicado el canto estaba inocente. No sabía nada, hasta que su abuelo la llamó y se lo hizo escuchar. Ella, que se sabe algunos de los cantos interpretados por su abuelo, no dudó en ponerse feliz y de inmediato le entregó el mejor regalo: un abrazo, un beso y una sonrisa que valen más que mil palabras.
Desde ese momento Shadia, la hizo suya. De todas maneras es para ella y en voz alta repite y repite:

“Porque Shadia está muy grande/es que Shadia se creció/ella es el amor de papa/que me la bendiga Dios”.


Las palabras se esconden en la garganta de Jorge Oñate cuando se le pide hablar de ese momento glorioso y a cabo rato expresa: “Shadia se la sabe, ya la canta. En sus ojos noto la alegría. No hay palabras para explicar su felicidad, que es la felicidad de su familia. Es el homenaje a mis nietos que como digo son mi continuidad. La canción queda como una proclama del amor inmenso que primero los padres, tenemos para los hijos y después se prolonga hasta los nietos y bisnietos”.
Cuando estamos hablando, Shadia se presenta al escenario de la entrevista y sin pensarlo Jorge Oñate, improvisa un nuevo verso que logra el aplauso de su nieta que promete aprendérselo en menos de lo que canta un gallo.

Porque Shadia es mi nieta
porque Shadia está muy linda,
que Dios la tenga presente
y triunfe siempre en la vida.

De ese encuentro entre el abuelo y su nieta no hay letras en el abecedario para describirlo, solamente queda en el aire la frase de Shadia: “Gracias, papa”.
Shadia Oñate Villafañe, la hija de Jorge Luis y Kelly, le prodigó a su abuelo un amanecer feliz y desde ese momento comenzó a armar el rompecabezas de versos, para que tuvieran la contundencia necesaria, el sentimiento más grande y la melodía exacta para adaptarla al acordeón de Christian Camilo Peña.



Fuente: http://www.elpilon.com.co